En seguridad, lo invisible suele ser lo más peligroso. Un equipo que “parece apagado” puede tener energía almacenada. Y si alguien entra a hacer mantenimiento sin aplicar bloqueo y etiquetado, la tragedia puede ser cuestión de segundos.
¿Te ha pasado escuchar frases como: “solo voy a apretar una tuerca” o “ya lo desconecté, tranquilo”?
Ahí es donde entra el riesgo humano: suponer, confiar, omitir.
El procedimiento de bloqueo y etiquetado (LOTO) existe por una razón: salvar vidas. No se trata solo de poner un candado, sino de asegurarse que nadie pueda activar un equipo mientras alguien trabaja en él.
👉 Nunca es exagerado seguir el paso a paso. Porque cuando se trata de seguridad, el exceso de confianza cuesta caro.
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